La felicidad puede ser un arma de doble filo.
Debemos aprender y saber disfrutar de ella.
No es palpable, no la
podemos tocar con las manos,
ni tan siquiera con la punta de los dedos.
Pero tenemos los materiales, que esos si se tocan y se sienten,
suficientes para agarrarla de la mano y no soltarla.
No renuciemos nunca
a ella
porque si no esta que es muy sentida, nos dará la espalda
la tendremos tras nuestro pero no la
podremos ver.
Igual que si llevasemos una venda....
y un espacio tan
corto, pegado a tus espaldas,
Sabes que tienes mucha razón? Siempre he creído que la felicidad muchas veces comienza con dibujar una sencilla sonrisa, si todos lo hiciéramos andar por las calles sería una delicia. No crees?
ResponderEliminar